La Cultura del Esfuerzo

Antes de nada, permítaseme una breve presentación de mi perfil como blogger, ya que quizá haya algún lector que desconozca mi etapa en Pezpolla. Básicamente se me puede describir como un científico y pensador ilicitano exiliado en Madrid, aficionado a la Historia y autor y seguidor de cortos de animación y películas hechas con la técnica Stop Motion, obsesionado con la anexión de Portugal a un proyecto de país al que yo llamaría Iberia, oyente de Federico, aficionado al Heavy Metal, anti-barcelonista, enemigo de Willy Toledo, de centro-izquierda al fondo a la derecha, católico no creyente, especulador aficionado en Bolsa, admirador del tío del mazo y medio-maratoniano amateur.

Dicho esto, me ha parecido arduo complicado decidir cual sería mi primera entrada a El Guardián Blindado. Pensé en empezar mi cruzada contra Willy Toledo (de familia acomodada, hijo de prestigioso cirujano torácico de Madrid) y sus secuaces; o con un post pro-anexión de Portugal; o con actualidad política y duques em Palma dos; o en homenajear a Doña Esperanza; etc. Pero me topé con una noticia en la red que me aclaró el dilema, una noticia que de alguna manera me emocionó. Y por eso he decidido empezar con un post de admiración a Juan Roig, presidente de Mercadona.

En mi opinión es un tío muy grande. Un empresario modelo, que tiene inculcado desde pequeño la cultura de emprendedor, ya que su padre empezó con todo este lío. En opinión de mi amigo Willy Toledo seguro que es un explotador de la clase obrera... Valiente gilipollas Willy, parásito social. Si en España hubiese más Juan Roig y menos Willy Toledo otro gallo nos cantaría.

El caso es que ha hecho crecer Mercadona hasta niveles acojonantes. Factura lo mismo que Inditex, más que El Corte Inglés y emplea a 70.000 trabajadores. Apuesta por retribuir bien a sus empleados pensando que la motivación y compromiso mejoran la cuenta de resultados. He oido que despide a un pequeño porcentaje de la plantilla todos los años para "limpiar" a los peores o menos comprometidos y contratar a gente nueva, lo cual me parece genial, necesario y justo. Y su empresa sigue creciendo de forma imparable. Él ya es el rico 222 del mundo y el tercero de España.

Es dueño del Valencia Basket, es lo que tiene estar podrido de dinero, que te puedes permitir este tipo de hobbies... Hace poco el Valencia Basket renunció a la ayudas públicas (WTF! ¿por qué reciben los equipos de Baloncesto ayudas públicas???) y quitó de la camiseta a patrocinadores para poner su eslogan: "Cultura del Esfuerzo". No en plan Farça-soy-progre-y-buena-gente-y-publicito-gratis-UNICEF, sino en plan "vamos a ver si cambiamos esta puta mierda de país y acabamos con la cultura del mínimo esfuerzo".

Juan Roig podría pasar de todo y dedicarse a sus cosas. Podría mandar a la mierda a su país. Pero no. Le preocupa (o se avergüenza) de su país e intenta aportar su granito de arena con ayudas para emprendedores. Invierte en ideas de jóvenes empresarios. Suyas son frases como: "Para que nuestra sociedad avance es necesario trabajar, esforzarse y arriesgar y no mantener una sociedad construida sobre la base del mínimo esfuerzo". No puedo estar más de acuerdo.

España se está yendo a la mierda por el acomodamiento y la corrupción de la sociedad. No por políticos y banqueros. Los políticos y banqueros no son más que un mínimo porcentaje de españolitos respecto al total. Hacen mucho más daño 40 millones de españolitos acomodados y "con picaresca" que unas pocas decenas de miles de políticos y banqueros. Un político o banquero se lleva de una tajada un puñado de arena, pero 40 millones de personas son muchos granitos de arena de picaresca... Gracias a iniciativas y voluntades como la de Juan Roig este país puede cambiar.

Por supuesto, también hay gente que está en contra de Mercadona por cuatro polladas. Podríamos rebatir punto por punto, pero sería muy largo el post. Hay gente que en vez de dar las gracias a los grandes y dignos empresarios (también hay empresarios indignos, por supuesto) se limitan a echarles en cara y recriminarles que no tratan a sus empleados como funcionarios y que sus empresas no funcionan como ONGs o centros de acogida. Manda huevos.